La baja autoestima está detrás muchos de los problemas psicológicos y emocionales que sufrimos las personas, convirtiéndose en un verdadero obstáculo para la felicidad.
La autoestima son los sentimientos que nos profesamos, es el cómo nos sentimos con nuestros comportamientos, actitudes, habilidades, logros y fracasos. Es el sentido de nuestra valía y el aprecio que nos tenemos. Se trata de una relación que vamos construyendo con nuestro “yo” a lo largo de los años y que está determinada por la manera en que hemos ido reaccionando ante las situaciones que se nos han presentado en la vida.
La autoestima es una relación que vamos construyendo con nuestro “yo” a lo largo de los años
La persona con una baja autoestima suele tener una gran necesidad de aceptación y de reconocimiento, por lo que a menudo siente mucha presión en las situaciones sociales. La preocupación excesiva por lo que piensan los demás le suele conducir a malinterpretar determinados hechos, por lo que no es extraño que reaccione de manera exagerada, sobre todo si piensa que le están criticando. Obviamente, esto provoca roces y problemas en sus relaciones interpersonales e incluso episodios de ira.
Ir al origen del problema y trabajar al respecto a través de diferentes terapias contribuye a mejorar la afectiva y poder enfocarse en la mejora global.
La preocupación excesiva por lo que piensan los demás le suele conducir a malinterpretar determinados hechos