La ansiedad y el estrés forman parte de la existencia humana. En mayor o menor medida, todas las personas sienten un grado de ansiedad o se estresan ante alguna circunstancia, ya que se trata de una respuesta adaptativa.
Sin embargo, cuando la ansiedad o el estrés no pueden controlarse se convierten en trastornos. Estos problemas engloban aspectos cognitivos, no placenteros, de tensión, aprensión, aspectos fisiológicos e incluso motores.
Existen muchos síntomas de la ansiedad. Pueden ser emocionales (sentimientos de aprensión o terror, inquietud, irritabilidad, etc.); físicos (opresión o malestar en el pecho, sudoración, dolor de cabeza, fatiga, insomnio, disminución del impulso o la respuesta sexual, etc.); mentales o cognitivos (mareo, embotamiento, sensación de irrealidad, o baja productividad, etc.); y de conducta (huir o evitar, comer o fumar en exceso, hacer movimientos repetitivos sin finalidad concreta, etc.).
Los síntomas de estos trastornos pueden ser emocionales, físicos, mentales o cognitivos y de conducta
Los ataques de ansiedad, de pánico o las crisis de angustia pueden dar lugar a fobias sociales, trastorno obsesivo compulsivo y obsesiones en general.
Para tratar estos trastornos es eficaz la terapia del habla que analiza las causas y los síntomas para trabajar en ellos de una forma eficaz. Pueden emplearse tratamientos como EMDR, la terapia enfocada en la relajación o la terapia cognitivo conductual.
Para tratar estos trastornos son eficaces tratamientos como EMDR, terapia enfocada a la relajación o terapia cognitivo conductual