Se sabe que las experiencias que hemos tenido a lo largo de nuestra vida desde que somos bebés con las personas más influyentes es lo que nos hace ser de una manera u otra y marca nuestra forma de relacionarnos en el presente. Nuestra capacidad de desenvolvernos en el mundo adulto viene influida por nuestras experiencias de conexión, regulación y autoconocimiento en estas edades tempranas.
Existen diferentes tipos de problemas de apego, como el evitativo, con niños cuyos padres se han comportado con ellos de manera distante e incluso fría; el ansioso/ambivalente, con niños que trataban siempre de mantenerse cerca de su figura de apego, que son muy dependientes de ella y que sienten mucha ansiedad cuando esta se separa de ellos e incluso antes de que lo hagan; o desorganizado/desorientado, especialmente notable en niños cuyos padres se han comportado con ellos de manera impredecible y sumamente incoherente; entre otros.
Existen diferentes tipos de problemas de apego, como el evitativo, el ansioso, o el desorganizado, entre otros
En cualquier caso, los adultos que han crecido con problemas de apego suelen tener relaciones bastantes dramáticas y problemáticas con muchos altibajos e incluso a veces parece que no existe una conexión entre lo que hacen y lo que sienten.
Con las terapias psicológicas se consigue ir al origen de estos problemas y enfrentarnos para que dejen de suponer una carga para la persona y pueda normalizar su vida y sus relaciones.
Las terapias psicológicas consiguen ir al origen de los problemas de apego y enfrentarnos para que dejen de suponer una carga